Qué hacemos
Terapia de pareja
Con la terapia cognitivo-conductual disponemos de un protocolo estructurado de intervención en parejas, que se adapta a cada caso concreto en función de sus áreas problemáticas. Pilar atenderá, además, los problemas psicológicos que pueda presentar cada miembro y que afecten a su relación.
Existen diversos motivos por los que una pareja requiera la ayuda y el soporte profesional. El estrés, un alto nivel de responsabilidades, poco tiempo dedicado al ocio compartido, un intercambio de conductas poco gratificantes o desagradables entre ambos miembros, la falta de comunicación o comunicación hostil y las expectativas no satisfechas son algunos de los factores que pueden generar problemas graves dentro de una relación de pareja.
Intervención: Evaluamos e identificamos los focos de conflicto, la expresión de los sentimientos, así como el estilo de comunicación que existe en la pareja. Los aspectos positivos que los unen y las interacciones que constituyan un intento de entendimiento. Todos ellos son prioritarios para intervenir en la relación de expectativas y generar un cambio en la relación.
Pilar dispone de procedimientos eficaces para intervenir y alcanzar los objetivos terapéuticos propuestos.
Dichos procedimientos incluyen:
· Contrato conductual.
· Entrenamiento en la solución de problemas.
· Entrenamiento en comunicación.
· Técnicas dirigidas al cambio y control de cogniciones.
· Técnicas dirigidas a la autorregulación de la conducta.
Adolescentes
Desde siempre se ha considerado la adolescencia como un periodo del desarrollo con mucha dificultad. Dicha etapa está caracterizada por los múltiples cambios biológicos, psicológicos y sociales, más que cualquier otra fase de la vida, excepto la infancia. No nos debe extrañar que, considerando dichos cambios, los tipos y la frecuencia de los desórdenes psicológicos y psiquiátricos sean muy significativos. De hecho, se conoce que en torno a un 20 % de los adolescentes presentan algún tipo de desorden psiquiátrico. En dichos desórdenes se destacan especialmente los trastornos de conducta, trastornos por déficit de atención e hiperactividad, trastornos de la conducta alimentaria, trastornos de ansiedad, trastornos depresivos, trastornos de control de impulsos, trastornos de abuso de sustancias, etc.
La psicoterapia cognitivo-conductual tendrá como objetivo ayudar a los adolescentes que experimentan dificultades con sus emociones y comportamientos: suprimir, modificar o paliar los síntomas existentes, intervenir en las pautas distorsionadas de conducta y promover el crecimiento y desarrollo positivo de la personalidad. En ocasiones se involucrará al adolescente individualmente o se trabajará con la familia en su conjunto y en relación con otros profesionales que tienen contacto con el adolescente (profesores, monitores, etc.).
Terapia sexual
Los problemas sexuales tienen un pronóstico muy favorable si se tratan bajo una perspectiva pluridisciplinar. En muchas ocasiones, el aspecto social interfiere en la necesidad de pedir ayuda en este tipo de trastornos por miedo al rechazo, a la burla o simplemente a reconocer un problema. En cambio, una vez localizado y evaluado el problema, y habiendo descartado cualquier tipo de problemática fisiológica, la terapia cognitivo-conductual integrada en un abordaje multidisciplinar resulta muy eficaz en el tratamiento de estos problemas.
Existen varios factores que mantienen directamente esta problemática. En consulta es importante localizarlos para poder trabajarlos individualmente y así lograr una evolución completa. Estos factores suelen estar relacionados con los diversos entornos del paciente: estrés o frustración laboral, problemas específicos en las relaciones sociales, conflictos de pareja, traumas o un autoconcepto deteriorado. El objetivo de la terapia consiste en abordar y trabajar dichos factores, paralelamente al problema sexual específico que se presente.
Depresión
En la actualidad, se habla de depresión de una forma coloquial, utilizándola como sinónimo de tristeza independientemente de la causa que la produzca, que puede ser la propia enfermedad (depresión) o un problema vital. Existe otro tipo de depresión, de curso característicamente crónico, ligada a factores de personalidad del paciente, que fluctúa por días y generalmente está condicionada por acontecimientos vitales. Es lo que conocemos como distimia y suele requerir tratamiento psicoterapéutico.
Por tanto, la depresión es un síndrome complejo que puede tener distintos orígenes y en el que es básica una completa evaluación antes de decidir un tipo u otro de tratamiento. En esta consulta trabajamos también un estado de ánimo que, aunque no llegue a cumplir los criterios de una depresión, te esté condicionando tu día a día y te dificulte avanzar. Una tristeza constante, un duelo, una ruptura emocional, una frustración concreta o una preocupación persistente pueden tratarse de manera muy eficaz bajo este marco teórico en esta consulta.
Ansiedad
Los trastornos de ansiedad son los cuadros más frecuentes en psiquiatría y psicología. Generalmente, son cuadros leves, con escasa interferencia en el funcionamiento habitual del individuo, pero que se acompañan de importante malestar. En función del tipo de ansiedad, de cómo se presente o de las circunstancias que la desencadenen, distinguimos distintos tipos de trastornos de ansiedad:
· Trastorno de ansiedad generalizada: una sensación constante de malestar y de falta de control sobre ella, que te puede limitar la vida cotidiana.
· Trastorno de pánico con o sin agorafobia: una situación puntual en la cual el grado de ansiedad alcanza un punto álgido que puede llevarte a perder el control.
· Fobia social: cuando dicha ansiedad está asociada a circunstancias sociales y cualquier actividad social te suponga un coste.
· Trastorno de estrés postraumático: cuando, tras un acontecimiento estresante (accidente, fallecimiento, ruptura), no logras volver a la normalidad.
El tratamiento psicoterapéutico busca la normalización de la vida del paciente en todos los aspectos. Esto quiere decir que no debes vivir ni aprender a vivir con ansiedad, puesto que se puede erradicar completamente con una buena terapia.
Fobias
Las fobias son miedos exagerados ante estímulos que, racionalmente, no deberían generarte dicho malestar. El principal problema de las fobias es que tienden a generalizarse, lo cual crea un aislamiento cada vez mayor, puesto que se acompañan de una evitación constante del estímulo fóbico y una sensación de ansiedad generalizada debido a las anticipaciones constantes que se hacen del posible enfrentamiento, inevitable, a dicho estímulo fóbico.
Ludopatía / Adicciones
La ludopatía o juego patológico se caracteriza por la presencia de frecuentes y reiterados episodios de participación en juegos de apuestas, los cuales dominan la vida del sujeto en perjuicio de sus valores y obligaciones sociales, laborales, materiales y familiares. Esta conducta persiste, y a menudo se incrementa, a pesar de sus consecuencias sociales adversas, tales como pérdida de la fortuna personal o deterioro de las relaciones familiares.
Trastorno obsesivo-compulsivo
El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por dos tipos de fenómenos: las obsesiones y las compulsiones. Las obsesiones son pensamientos recurrentes e intrusivos que el paciente reconoce como absurdos o al menos exagerados, pero que no puede dejar de pensar. Esto genera importante ansiedad por la imposibilidad de quitarse estas ideas. En ocasiones, estas ideas hacen que la persona realice diferentes actos para compensar la ansiedad que provocan las obsesiones. Estos actos se denominan compulsiones. Alivian la ansiedad solo durante unos minutos y pueden condicionar muy seriamente la vida del paciente. Las obsesiones más frecuentes son de limpieza, contaminación, orden o agresividad.
Trastorno sexual
El ciclo de la respuesta sexual humana consta de cuatro fases, tanto en la mujer como en el varón. En ellos se producen una serie de cambios fisiológicos encaminados a facilitar la penetración y el orgasmo. Las disfunciones sexuales pueden afectar a una o varias de las fases de la respuesta sexual. El tratamiento es fundamentalmente psicoterapéutico, utilizando técnicas de tipo conductual como la desensibilización sistemática. En ocasiones son necesarios ansiolíticos para favorecer el tratamiento psicológico.
Trastorno de conducta alimentaria
Los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades potencialmente graves, pero que, si son detectadas de forma precoz y tratadas de forma intensiva, pueden tener una evolución muy positiva. Existen dos tipos principales: la anorexia nerviosa y la bulimia. Ambos son más frecuentes en mujeres, aunque también pueden encontrarse en varones.
En ocasiones, no es necesario que el trastorno alcance un punto extremo, sino que una simple mala relación con la comida podría perjudicarnos. A veces, relacionamos los estados emocionales con la comida, intentando liberar las frustraciones y la ansiedad de algún acontecimiento del entorno con determinados alimentos o incluso atracones, que a posteriori generan sentimientos de culpa o de falta de autocontrol. Pilar trabaja tanto los trastornos más graves como dicha relación, de manera que el paciente aprende a comer y relacionarse con la comida de forma adecuada, sin que ello suponga un descontrol.










